viernes, 19 de octubre de 2007

Cuarta Visita al Sur

El día 29 de agosto se partió de regreso a las ciudades afectadas, en la crónica anterior pudimos hacerles llegar la gran adversidad que padecen los animales en el sur. La segunda visita ayudó a realizar contactos con coordinadores, dirigentes, jefes y otros de grupos vecinales, cuadras y asentamientos humanos, a los cuales en este tercer viaje se pudo ayudar directamente siguiendo el modelo que se realizó en el Estadio Olaechea que consistía en campañas de salud (curación de heridas leves, desparasitación, aplicación de gotas, aplicación de antipulgas, prevención y curación de sarna y entrega de alimento) y en caso de encontrar logística adecuada en los lugares visitados se realizó además campañas de castración en machos, para así ayudar en la problemática de sobrepoblación de animales que existe en los lugares del sur. A continuación, les presentamos la crónica de estos cuatro día de arduo trabajo en las zonas de Pisco y Chincha, labor que pudo ser llevada a cabo gracias a la ayuda de cada uno de Ustedes.

Partimos de lima el jueves 29 a las 4 de la mañana, llevando con nosotros aproximadamente 300 kgs. de comida balanceada y medicinas para poder ayudar. El trabajo comenzó a las 10 de la mañana, hora en que llegamos a Pisco para una reunión pactada con el Ministerio de Salud, en vista de tratar temas sobre la problemática de canes, reunión que fue citada para las 8am y que tuvo lugar a las 3 de la tarde. El Ministerio de Salud en todo momento, como era de esperarse, negó cabalmente la exterminación de animales, y al no llegar a ningún acuerdo en la primera reunión y en vista que se perdió todo un día de trabajo por asistir a ésta, decidimos empezar nuestro trabajo paralelamente a la decisión que se pudiera tomar. Queremos dejar en claro que sea cual fuera la decisión tomada por el Ministerio de Salud, estamos en contra de la eliminación inhumana de canes, si es necesario eliminar algún animal, esto debe ser hecho de manera humanitaria, como las normas internacionales lo rigen.

Con ayuda del Capitán Rojas, logramos obtener un lugar para descansar y guardar nuestras pertenencias en el Estadio Olaechea, el que ya conocíamos por la anterior visita.

Visitamos a la coordinadora del Estadio, la señora Rochi, la cual nos informó para alegría nuestra que los animales del Estadio se encuentran en buen estado de salud y que aun le quedaba reservas de la comida dejada la semana anterior, “No hay perritos vagos señorita, todos han sido adoptados, ya no tenemos problema de pulgas y todavía tenemos alimento”. Visitamos además las zonas cercanas donde ya se había brindado ayuda para corroborar el óptimo estado de los animales atendidos, con alegría pudimos ver que todos se encontraban en buen estado de salud.

Ya al día siguiente se acercó a nosotros un niño de aproximadamente 10 años, venía con los ojitos hinchados y con voz temerosa nos preguntó “Ustedes son los amantes de los animales?”, nos inquietó ver su carita triste a tan tempranas horas de la mañana, su inquietud era saber si podíamos ayudar a su perrito, Osito, el mimadito.

Osito era un perrito que vivía con su familia integrada por sus papás (dos personas ancianas), su tía y su hijo de 3 años, José, su amigo inseparable de juegos y su hermanito el orejón. “Vivíamos en una casa en Pisco la cual se derrumbó por completo, he venido a vivir con mis abuelos aquí (Urb. Santa Rosita) porque mis papás se quedaron en una carpa cuidando lo que queda de las cosas”. Osito en el terremoto, preso del pánico salió corriendo de su casa y José tras él “No quería que se escape, justo en el momentito en que le iba acoger la cola pasó un moto taxi y le cogió la pierna”. Ver las lágrimas de José y las ganas de vivir de Osito y luego de ser evaluado por el veterinario que nos acompañaba, el cual dictaminó que era una factura en la tibia, la cual no podríamos tratar por falta de logística, decidimos comunicarnos con Miguel Hernández, los cuales se encontraban en Pisco tratando fracturas de todo tipo. Se conversó con la familia de José, el anciano señor con lagrimas en los ojos pidió ayuda para su perrito amigo “es miembro de mi familia le he rezado a la virgen para que se salve” y así fue. Con la ayuda del Veterinario Miguel Hernández Osito pudo ser operado de tres facturas en la tibia, salió muy bien de la operación y José estuvo muy contento “le he construido una casita a Oso” y así era José y su familia le habían construido una casa con palos y esteras y una cómoda colcha a Osito. La tía de José muy agradecida nos dijo “el mordió a mi hijo de 3 años pero lo hizo porque lo pateo, osito no muerde es mansito merecía vivir”. Osito regreso donde su familia y se acomodo en su casita, todo esto gracias a los esfuerzos del veterinario Miguel Hernández que a pesar de haber sufrido la adversidad (su veterinaria se derrumbo en el sismo) apoya de manera gratuita a los pobladores de pisco que sus animalitos requieran ayuda. Ya al despedirnos de la familia de osito el papá de este envió una bendición para todos los que ayudan a los animales de Pisco “la virgen los va a bendecir, tiene que hacerlo no saben cuanto le he rezado a la virgen para que mi perrito se salve para que vuelva a caminar” nos dijo con lagrimas en los ojos besando a Osito.

El trabajo continúo y luego de dejar a Osito feliz con su familia empezó la segunda campaña de salud para animales en el Colegio Republica de Argentina, especialmente para las personas de la Urbanización Santa Rosa que tanto necesitaban atención veterinaria para sus animalitos. La Coordinadora Gisela nos dijo “las familias no pueden llevarlos a consultorios ni a la plaza porque la mayoría esta en trabajar urbano y otros no se mueven por temor a que le roben sus cosas” en vista de esto los recogimos a todos en grupos para que así atendieran a sus animalitos. La campaña de salud fue un éxito, y los perritos atendidos se iban con sus bolsas de comida y para que se les identifique mejor se les coloco una cinta roja en el cuello para que sepan que ya han sido atendidos. Se castraron animales machos para así ayudar a frenar la superpoblación de animales que existe en el distrito. En esta campaña tuvimos muchas sorpresas tristes y alegres, animales muy queridos por sus dueños que en su necesidad buscan para darle de comer a sus animales, otros que habían adoptado animales de las calles para que tuvieran un hogar y unos cuantos que tuvieron que descansarse por su estado crítico. Entre ellos Pisco el adoptadito un perrito sin pelo, un famoso perro peruano, “nació de una camada que se rescato de la calle, la perrita vive con nosotros este cachorrito es el único que sobrevivió” nos contó Ángel el dueño de la perrita. Sus ojitos pequeños cautivaron a José, el veterinario que apoyo a nuestro grupo el cual lo adopto y le puso de nombre Pisco. Flaquito un ángel en el cielo, el señor Villalobos vive en lo que queda de su casa en la Urb. Santa Rosita junto a su familia y sus 4 perritos, dos de ellos muy enfermos, uno por las consecuencias del terremoto, el segundo por la terrible distemper. Flaquito había crecido siendo un perro normal, pero poco a poco le empezaron los síntomas “no come, convulsiona, hace como que muerde y bota saliva no se que hacer con él tiene mirada de loco”. Flaquito estaba mal y era necesario descansarlo “si señorita es lo mejor no sabia eso de la distemper pero mi perro sufre mucho mejor que se vaya al cielo” Flaquito durmió junto a su papá, este lo cargo y lo miro x ultima vez “pobre lo recogí del basural de pisco por ahí paraba dando vueltas ni para comer había allí siempre flaco siempre pleitista así era mi flaquito”

Con ayuda de dos niños de la zona pudimos ubicar mejor las zonas necesitadas de ayuda, y se empezó el trabajo por San Andrés donde nos comunicamos con Fidel Velásquez, el cual nos contó sobre la problemática de los animales “muchas crías señorita y mucha caracha” Se realizó una campaña de salud para los animales de Beatita de Umay donde se realizó un censo con ayuda de los pobladores para retornar con campañas de esterilización y más ayuda para las personas que aman a sus animales. “A pesar de la adversidad los que los quieren como su familia siempre los tendrán cerca no dijo la señora Hinojosa mientras posaba feliz junto a su fiel Laica para la foto.

Siguiendo por el recorrido por San Andrés llegamos por el Club Campestre de San Andrés, lugar por donde nos habían indicado hay personas que criaban chanchitos y tenían perritos para que cuidaran el lugar, ahí conocimos a la Familia Ormeño. Los señores Ormeño se dedican a la crianza de chanchos “Es nuestra manera de vivir”, luego del terremoto su casa quedo con daños leves, el único problema fue que casas aledañas si se derrumbaron y esta noble familia acogió a los animalitos que quedaron abandonados “Al inicio teníamos sólo 10 perritos a los que alimentábamos con las sobras que comprábamos al Hotel Paracas, pero no vaya a pensar que les dábamos sólo huesitos, la gente de plata se aburre de comer y mis perros comían filete mignon”. Como todos sabemos el Hotel Paracas dejo de funcionar después del terremoto, cosa que hizo que los perritos de la familia Ormeño no tuvieran de que alimentarse “Acá siempre me dejan perritos porque saben que y los cuido muy bien, los perritos son parte de la familia, si yo les digo ataquen, atacan porque son fieles, aquí ni a mis hijos ni a mi me pasa nada, porque si uno los trata bien a los animales, ellos responden con amor”. El conocer esta historia de la familia Ormeño y sus ganas de ayudar a los animales nos hizo comprometernos a volver para castrar a sus perritos machos lo antes posible y esterilizar a las hembras en un futuro, cuando la situación este más estable. Se le dejó una dotación de comida para que pudieran estar bien alimentados hasta nuestro regreso “Señorita espero que regresen no por mí, sino por los perritos de esta zona que tanto necesitan de ayuda, todos piensan en la gente, pero es que ellos también han sufrido con el terremoto”, nos dijo mientras se despedía de nosotros pues ya se había hecho de noche.

Al día siguiente regresamos a San Andrés para culminar con la Campaña de salud que se realizó esta vez en Beatita de Humay, donde conocimos a Scooby Doo, “Aquí en Beatita de Humay, sólo viven famosos, en la casa que está allá yo tengo a mi perro que es Scooby Doo, si quiere lo traigo, pero con cuidado porque es muy fiero”, nos dijo el Señor Gonzales, de pronto todas las personas se alejaron y vino caminando erguido un perrito con cara muy noble que apenas lo acariciamos empezó a mover la cola. “El es Scooby Doo, pero no es nada fiero, aunque cuida la casa de los rateros, el día del terremoto el más asustado era él y a que tuvimos que sacar primero”, nos contó la Señora Gonzáles. Luego del encuentro con el famoso Scooby Doo y de atender a todos sus vecinos del barrio reconocimos una carita conocida entre los niños que jugaban por el lugar, era el hijo del Sr. Ormeño que nos pidió que regresemos a su casa, pues su perrita consentida y matriarca de la familia perruna, Chivi, se había cortado la patita con un vidrio, llegamos a la casa del Sr. Ormeño donde nos recibieron con la hospitalidad de siempre, curamos a Chivi de un corte profundo que tenía en la patita “Ésta es una loca, siempre me sigue y por seguirme le pasas estas cosas ahora voy a tener que vendarla, mientras le amarraba un trapito en su pezuñita”.

Antes de irnos la Sra. Ormeño nos presentó a su vecina, la señora María la cual tenía una perrita que sufría de la terrible enfermedad venérea “Yo la quiero mucho a mi perrita, pero mucho sufre, mucho llora, quisiera que por favor la vea un veterinario, el problema es que por el terremoto todos hemos quedado sin plata”, recurriendo otra vez a la ayuda de Miguel Hernandez, el cual con un grupo de veterinarios de Lima, enviados por la Organización HUAW, revisaron a la perrita determinando que la enfermedad venérea estaba muy avanzada y tomaron la difícil decisión de hacerla descansar.

Luego de haber visto estos casos, con mucha pena tuvimos que regresar a Lima, dejando como promesa regresar para seguir ayudando y visitando los lugares alejados de Pisco, así terminó un viaje más a Pisco, donde gracias a la ayuda de todos ustedes se pudo repartir comida y llevar atención a tantos animales damnificados por el terremoto, en nombre de todos ellos, y en nombre del Equipo que conforma APDA PERU, muchas gracias.

Agradecimientos especiales:
· Al Capitán Rojas y a todo el equipo acantonado de la DINOES.
· A Miguel Hernández por su ayuda invaluable.
· A la Agrupación HUAW
· Al Bachiller de veterinaria, Alfredo Bautista
· A las coordinadoras de San Clemente
· A todos los que colaboraron de una u otra,manera para que APDA pudiera regresar por tercera vez a Pisco.

1 comentario:

angel dijo...

ola soy angel el niño q era en esos tiempos kien con mi hermano victor , buscavanos perritos enfermitos, ps me admiro sobre su trabajo y me gusto star con ustedes acompañarlos y todo eso
para q me recuerden era el niño q manejaba la moto taxi roja.